¿Por qué complementos alimenticios?

Nuestra dieta diaria no sólo tiene la misión de saciar nuestra hambre, sino también de aportar a nuestro organismo una serie de nutrientes vitales. Algunos de estos nutrientes son tan esenciales que nuestro organismo no puede producirlos por sí mismo y, por tanto, depende de un suministro externo.

En teoría, una dieta equilibrada debería incluir todos estos nutrientes importantes. Pero en la práctica, a menudo nos encontramos con obstáculos que nos dificultan garantizar una nutrición óptima. La falta de tiempo debida a un estilo de vida ajetreado, preferencias dietéticas especiales como un estilo de vida vegano u otras circunstancias de la vida pueden plantearnos retos. Los complementos alimenticios pueden ser un complemento útil en este caso, pero nunca pueden sustituir a una dieta variada y sana.

Es importante entender que los complementos alimenticios son útiles cuando los toman las personas adecuadas, en el momento adecuado y en la dosis correcta. El asesoramiento individual de los profesionales es crucial en este sentido.

Una dieta sana debe tener en cuenta todas las necesidades de nuestro organismo y aportarle los nutrientes que necesita. Aquí no sólo pensamos en vitaminas, coenzimas (derivados de las vitaminas) y minerales, sino también en aminoácidos, ácidos grasos insaturados y muchos otros elementos importantes. Puesto que ningún alimento por sí solo aporta todos los nutrientes necesarios en cantidades suficientes, la variedad es la palabra clave.

Por ello, los expertos en nutrición insisten una y otra vez en la importancia de una dieta equilibrada que no sólo incluya una variedad de alimentos, sino que también garantice que cada comida conste de una mezcla de componentes ricos en nutrientes. El objetivo es aportar a nuestro organismo todo lo que necesita en cada comida. Y aunque una dieta equilibrada ofrece muchos beneficios para nuestra salud, nos enfrentamos a una serie de retos en nuestra vida cotidiana que dificultan la consecución de este objetivo.

El sabor es la clave: el sabor de los alimentos puede experimentarse directamente, mientras que los beneficios para la salud de una dieta equilibrada suelen ser abstractos. Como consecuencia, muchos preferimos las opciones dulces y poco saludables y evitamos los alimentos ricos en nutrientes.

Falta de tiempo: las comidas recién preparadas suelen ser más nutritivas que los productos precocinados, pero requieren más tiempo y esfuerzo. No todo el mundo tiene tiempo o ganas de pasarse horas en la cocina todos los días.

Creencias personales: Algunas personas evitan ciertos alimentos por razones éticas o de salud, como los veganos o los vegetarianos. Esto puede provocar una carencia de nutrientes importantes, como la vitamina B12, que se encuentra principalmente en los productos de origen animal.

En muchos casos, comemos fuera o confiamos en que otros cocinen para nosotros. En las familias o las parejas hay que tener en cuenta los diferentes gustos, lo que puede suponer que tengamos opciones limitadas.

Como puede ver, una dieta equilibrada no sólo requiere conocimientos sobre los alimentos y sus ingredientes, sino también muchos otros aspectos en los que a menudo sólo se puede influir parcialmente.

Por eso, incluso en Europa, donde tenemos a nuestro alcance alimentos de todo el mundo, están muy extendidas ciertas carencias de nutrientes. Por ejemplo, muchas personas no alcanzan la ingesta diaria recomendada de vitamina D, frutas y verduras.

¿Qué pueden hacer los complementos alimenticios?

Los complementos alimenticios pueden ser un valioso apoyo para conseguir una dieta equilibrada. Permiten compensar o prevenir específicamente las carencias de nutrientes. Por este motivo, es fundamental el asesoramiento individual sobre las necesidades de cada uno. Sólo así se puede definir la combinación óptima de complementos alimenticios necesarios.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que los complementos alimenticios pueden contribuir a muchas funciones corporales importantes, pero no sustituyen a una dieta equilibrada y variada ni a un estilo de vida saludable. Por lo tanto, deben considerarse siempre sólo como un complemento de una dieta sana, nunca como un sustituto.