Resiliencia en la vejez: cómo cultivar la fortaleza de ánimo

Cuando hablamos de resiliencia, solemos pensar en la capacidad de superar las dificultades y salir fortalecidos de los retos.

Sin embargo, la resiliencia es un concepto relevante en todas las fases de la vida.

La resiliencia adquiere especial importancia en la vejez, ya que las personas mayores se enfrentan a una serie de cambios y retos que conlleva el envejecimiento. Entre ellos figuran los problemas de salud, la pérdida de seres queridos y la adaptación a la jubilación.

¿Cómo desarrollar la resiliencia en la vejez?

  1. Aceptación: El primer paso para desarrollar resiliencia en la vejez es aceptar los cambios que conlleva el envejecimiento. Esto significa reconocer la realidad y no resistirse a ella.
  2. Flexibilidad: la flexibilidad de pensamiento y comportamiento ayuda a adaptarse a nuevas situaciones y a encontrar soluciones a los problemas. Es importante estar abierto al cambio y encontrar nuevas formas de afrontar los retos.
  3. Apoyo social: una red social fuerte es crucial para la resiliencia en la vejez. La familia, los amigos y las comunidades pueden desempeñar un papel importante a la hora de proporcionar apoyo, consuelo y consejo en los momentos difíciles.
  4. Estrategias de afrontamiento saludables: La capacidad de afrontar el estrés y utilizar mecanismos de afrontamiento sanos es una parte esencial de la resiliencia en la vejez. Esto incluye el ejercicio regular, una dieta sana, dormir lo suficiente y mantener aficiones e intereses.
  5. Pensamiento positivo: Una actitud optimista y la capacidad de ver lo bueno incluso en los momentos difíciles pueden ayudar a reforzar la resistencia en la vejez. Centrarse en los aspectos positivos de la vida y sentir gratitud por lo que se tiene puede ayudar a mantener una actitud mental positiva.

¿Cómo pueden los suplementos nutricionales contribuir a la resiliencia?

Los complementos alimenticios pueden ayudar a reforzar la resistencia en la vejez aportando al organismo importantes nutrientes necesarios para una salud mental y física óptima. Por ejemplo, pueden ser especialmente beneficiosos:

  1. Ácidos grasos omega-3: Los ácidos grasos omega-3, contenidos en los suplementos de aceite de pescado, tienen propiedades antiinflamatorias y pueden contribuir a la salud cerebral, lo que a su vez puede reforzar la resiliencia mental.
  2. Vitamina D: La carencia de vitamina D es común en las personas mayores y puede tener un impacto negativo en el estado de ánimo y la función cognitiva. Tomar suplementos de vitamina D puede ayudar a compensar la carencia y favorecer la salud general.
  3. Vitaminas del grupo B: Las vitaminas del grupo B son importantes para la producción de energía y el funcionamiento del sistema nervioso. Un aporte adecuado de vitaminas del grupo B puede ayudar a mantener la agudeza mental y la energía en la vejez. El NADH es también una forma de vitamina B, más concretamente, la forma biológicamente activa de la vitamina B3. Por tanto, la vitamina B3 es esencial para la producción de NADH en el organismo.
  4. Antioxidantes: Antioxidantes como la vitamina C y la vitamina E pueden ayudar a proteger el organismo del estrés oxidativo y favorecer la salud celular. Esto puede ayudar a prevenir enfermedades relacionadas con la edad y a mantener la salud en general. El NADH también actúa como un potente antioxidante en el organismo. Ayuda a neutralizar los radicales libres actuando como donante de electrones. Al reducir estos radicales libres, el NADH ayuda a proteger las células y a mantener su función.

    Conclusión

    La resiliencia en la vejez es una cualidad importante que ayuda a las personas mayores a afrontar los retos del envejecimiento y llevar una vida plena. Mediante la aceptación, la flexibilidad, el apoyo social, las estrategias de afrontamiento saludables y el pensamiento positivo, las personas mayores pueden reforzar su resiliencia mental y mantener un sentimiento de esperanza y satisfacción incluso en los momentos difíciles.

    Los suplementos dietéticos pueden contribuir a ello aportando al organismo importantes nutrientes útiles para una salud óptima en la vejez. En este contexto, las vitaminas del grupo B y el NADH desempeñan un papel importante, ya que protegen a las células del estrés oxidativo y, al mismo tiempo, favorecen la producción de energía en el organismo.

    Fuentes:


    1. Resiliencia en el envejecimiento: revisión bibliográfica (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6523810/)

    2. La resiliencia en los adultos mayores: un análisis conceptual (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25069495/)

    3. El papel de los suplementos nutricionales en el mantenimiento de la salud de las personas mayores (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/15769967/)

    4. ¿Qué es la resiliencia? (https://www.apa.org/topics/resilience)
    5. Prof Dr Dr Birkmayer George D.: NADH - hidrógeno biológico - el secreto de nuestra energía vital, 2015

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